Cada vez son más personas buscan complementos
alimenticios y productos cosméticos que les protejan eficazmente contra
los efectos negativos del sol. La oferta es amplia, por lo que la habrá que
fijarse en los principios activos ofrecidos siendo siempre cautos frente a las
promesas de una publicidad llamativa.
Los complementos alimenticios deben conducirse hacia
mejorar la tolerancia de la piel al sol y a la lucha contra los signos del fotoenvejecimiento.
Además del uso de protectores solares adecuados, para tener
una piel sana, radiante y resistente al sol, lo ideal es empezar a
prepararse 4 semanas antes de la exposición solar con unos complementos
alimenticios adecuados. Luego, este cuidado debe continuarse durante el período
de exposición, y al menos un mes después. Hay que adaptar estos cuidados al
tipo de piel (clara o mate) y a la aparición de manchas en la piel evitando
exponerse durante las horas más calientes. Además conviene también llevar gafas
de sol y un sombrero o gorra.
La nutricosmética, los complementos
alimenticios denominados «solar-antiaging» deben estar formulados con
extractos vegetales específicamente seleccionados, la mayoría de origen
natural. Se recomienda la presencia de carotenoides como el
betacaroteno y el licopeno, así como la de extractos vegetales ricos en
sustancias antioxidantes. Para conservar la elasticidad, la hidratación y
la flexibilidad de la piel hay que pensar en algún complemento alimenticio que
aporte ácidos grasos esenciales del tipo omega 3 ó 6. Las dosis
nutricionales no deben sobrepasar las CDR (Cantidades Diarias Recomendadas).
Para una mayor eficacia y una mejor síntesis de la melanina,
se recomienda detoxificar previamente el organismo y reforzar la función
digestiva del hígado.
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